jueves, 6 de noviembre de 2008
N.º 13 de Contraste: Inmigrantes entre nosotros, ¿integración o participación?
Entre las muchas organizaciones "punta de lanza" que conozco, hoy destaco el Foro Ignacio Ellacuría -solidaridad y cristianismo-, como una asociación que tiene como fin "la reflexión, la investigación y el debate de cara a tomar el pulso a la realidad social, cultural y religiosa del presente desde una sensibilidad solidaria y de universalización de la Justicia".
A continuación transcribo los párrafos que más destacaría del último número de la colección Contraste, el 13, escrito por José Antonio Zamora y que tiene como tema la situación de los inmigrantes entre nosotros.
"El primer paso para responder adecuadamente al reto de la convivencia intercultural no puede ser otro que el de la plena igualdad jurídica. Evidentemente no es una condición suficiente, pero se trata de un reconocimiento básico sin el que resulta imposible un diálogo en pie de igualdad. la ley de extranjería actual es pues un obstáculo para la integración y no su supuesta condición de posibilidad. Los hechos son suficientemente elocuentes al respecto. En el marco que ella establece el encuentro entre culturas se produce bajo asimetrías que convierten las diferencias en fuente y coartada de desigualdades y exclusión, más que un enriquecimiento mutuo. Hoy se abre una oportunidad inigualable en el horizonte de la integración europea. Frente a una ciudadanía de las nacionalidades, cabría plantearse una ciudadanía europea para todos los residentes que comprendiera los mismos derechos y libertades para inmigrantes y residentes nacionales. El segundo paso tiene que ver con la educación intercultural. pero ésta no puede estar basada en un folclorismo superficial ni en una idealización acrítica del otro. Si algo merece la pena recuperar de la tradición cultural de occidente en relación con el diálogo intercultural quizás sean las diferentes narraciones y discursos coincidentes en la afirmación de la dignidad inalienable de todo ser humano. Reconocida ésta, las singularidades culturales no son un impedimento para la afirmación del otro en su diferencia, pero tampoco se incurre en una sacralización ingenua de la misma, como si en toda cultura no existiesen contracciones y tendencias encontradas entre la defensa del individuo singular y su sometimiento o explotación. Desde ahí es posible combatir los estereotipos y los prejuicios acerca de los inmigrantes y crear el clima en el que estos perciban que la llamada a participar en la construcción de nuestras sociedades democráticas es más que pura retórica. Sólo sobre esta doble base de igualdad jurídica y de la educación intercultural es posible hacer realidad un reconocimiento social que acepte sin miedos ni recelos los rasgos culturales o religiosos diferenciadores de los colectivos de inmigrantes y promueva al mismo tiempo los derechos humanos individuales de los miembros de dichos colectivos. Se trata del reconocimiento que refuerza la resistencia frente a todo tipo de discriminación en el acceso al trabajo, la vivienda u otros servicios, frente a condiciones de trabajo y retribuciones salariales desiguales, frente a todo tipo de exclusión o desventaja en la participación en los bienes económicos, sociales, culturales, etc. producidos por la sociedad. Sólo cuando se dan estas condiciones existe garantía de que los debates sobre las diferencias culturales no son coartadas para la injusticia o la discriminación."
Para los que estéis interesados, el Foro Ignacio Ellacuría envía gratuitamente los cuadernos de la colección Contraste a quienes los soliciten, hay que pedirlos a:
Foro Ignacio Ellacuría.
c/Plaza de Santo Domingo, 6, 1º A
30008 MURCIA
foro.i.ellacuria@forodigital.es
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