Quién sabe si este pequeño comentario bloggero podrá llegar a oidos de la Casa Blanca. No pretendo tanto. Simplemente aportar una esperanza con algo de incertidubre a todo lo que, seguro, nos afectará.
Por cierto, este comentario me surgió escuchando una canción de Coldplay, se llama VIVA LA VIDA, además de la música que es muy buena, trata el tema de la fugacidad del poder que viene muy a propósito. Pongo la letra a continuación, es muy poética y no tiene desperdicio:
Yo gobernaba el mundo
Los mares podía elevar cuando poseía el mundo
Ahora, en la mañana duermo solo
Barriendo las calles que dominaba
Yo jugaba los dados
Sintiendo el miedo en los ojos de mi enemigo
Escuchando a la muchedumbre que cantaba
Ahora el rey murió, larga vida al rey
Un minuto tenia las llaves
Al siguiente las paredes me encerraron
Y descubrí que mis castillos estaban construidos
Sobre la arena y la sal
Escuche las campanas de Jerusalem sonar
Los coros de la caballería romana cantaban
Se mi espejo, mi espada y mi escudo
Mis emisarios en campo desconocido
Por alguna razón que no puedo explicar
Nunca hubo
Una palabra honesta, nunca
Y así era cuando gobernaba el mundo
Hubo un malvado y salvaje viento
Que sopló las puertas y dejó entrar
Ventanas destrozadas y el ruido de tambores
Los revolucionarios esperan
Mi cabeza en bandeja de plata
Solo un títere colgando de un solo hilo
Oh, Quien alguna vez no quiso ser rey?
Escuche las campanas de Jerusalem sonar
Los coros de la caballería romana cantaban
Se mi espejo, mi espada y mi escudo
Mis emisarios en campo desconocido
Por alguna razón que no puedo explicar
Se que San Pedro no me llamará por mi nombre
Nunca una palabra honesta
Y todo eso cuando gobernaba el mundo
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